Characatos a mi!!!

-Una semana! me dijo mi jefa, sin ascos ni miramientos.
Una semana seria el tiempo que estaría esta vez en la hermana república de Arequipa, llegue domingo por la noche y me aloje esta vez en un hotel nuevo, bueno nuevo para mí, porque calculo que ese fucking hotel debe ser más antiguo que la injusticia.
Los días pasaron, comiendo rico, esta vez el clima no me molesto tanto, y me sentí bastante cómodo, casi podría decir que hasta este punto disfrute del viaje,
El problema empezó el jueves, decidí confraternizar con los vendedores de Arequipa, pensé que ya que trabajábamos en la misma empresa (aunque en distintas ciudades) deberíamos tener algo en común, así que acepte la invitación que me hicieron a tomar unas aguas espirituosas en un lindo local.
El ambiente era algo tenso, ya me habían dateado que estos jóvenes, casi todos menores que yo, tenían la equivocada idea de que yo era un pedante, soberbio y engreído limeño cara de idiota (y cito textualmente a la fuente), al cabo de 1 hora en el local la conversación aun era floja y aburrida.
Cuando la tercera botella de pisco empezó a terminarse digamos que... empecé a agarrar más confianza, las bromas iban y venían y la gente estaba más alegre, querendona y chaposa.
Todo iba bien, hasta que alguien me dijo algo así como: no eras como pensábamos, en realidad eres buena gente.. a lo que yo respondí: Uds. tampoco son tan malos;
-Así? -me pregunto el supervisor de la zona, quien nos acompañaba también en la reunión- como que no somos tan malos? (haciéndose un silencio sepulcral en la mesa)
-Bueno quise decir que Uds. tienen un carácter especial, pero nada mas... ni bien termine de decir esto y juraría que bajaron el volumen de la música y que mas de una mesa había parado la oreja para oír lo que decía.
Era momento de alguna jugada maestra, alguna broma inocente o algo que me permitiera salir de esta situación tirante e incómoda.
Lástima que el alcohol había obstruido por completo mi tino, finura y encanto, y lejos de hacer algún comentario de paz, y unión entre los lugareños y yo , solté una frase infeliz de la cual me arrepiento hasta ahora:
Cuando la mesera se me acerca y me dice si quería ordenar mas pisco o tal vez cerveza, le dije que cerveza, (por cierto su intromisión calmo por unos segundos lo picante de la situación); Ella muy atenta me pregunta si Pilsen o Arequipeña, y aquí vino mi desgracia en mi intento de hacer una broma que permitiera romper el hielo conteste de la sgte manera:
-Traiga las 2, La Pilsen para beber y la arequipeña..... para LAVAR EL VASO
Cuando acabe la frase por lo menos 4 personas o 5 se pararon abruptamente de sus mesas con la firme convicción de partirme el hocico, y así quitarme la torpe sonrisa que aún conservaba, yo ignorante hasta ese momento de sus intenciones y embriagado por ese pisco acholado que había bebido con apuro, no entendí lo torpe de mi frase y peor aun continué.... para desdicha mía y sorpresa de los presentes:
-Y salud , dije con la voz aguardentosa, levantándome de mi silla y zampándome de un tanganazo el liquido amargo que contenía mi copa - salud por esta hermosa tierra caray, que me ha recibido con amor, que sepan todos que Arequipa es una ciudad sin igual, que no se compara con ninguna otra (juro que esto lo dije de corazón), que Lima no se le llega a los talones, tienen Uds. hermanos, la Plaza de armas más bella del Perú entero, y las mujeres más refinadas que haya conocido... pero lastima no todo es perfecto, Arequipa es como ya dije amigos míos, preciosa, lo único malo? , ES QUE ESTA LLENA DE AREQUIPEÑOS..
Me hubiera gustado ver las caras de las personas que me oyeron, que pena que no pude, porque tuve que salir despavorido del local, sorteando la lluvia de vasos, escupitajos y demás objetos contundentes, y lastimando mis oídos con frases terribles que me niego a repetir en estas líneas.
4 cuadras después y asaltado por la asfixia que provoca la altura, deje de correr, note que la turba que me seguía con antorchas y palas, se había perdido.
3 días después, y luego de haber cambiado de hotel para evitar ser capturado, regrese a Lima con alegría por volver a mi gris ciudad, pero triste por el incidente que me toco vivir, y sobre todo porque realmente extraño estar ahí.
Sirvan estas líneas hermanos Arequipeños, para disculparme por mis infelices palabras, espero comprendan que fueron producto de lo rico del pisco moqueguano que me jugó una mala pasada.
Desde aquí mi homenaje modesto a su hermosa tierra,como ofrenda a Uds. Publicare una sencilla foto (por un corto periodo) que me sirve de recuerdo de sus paisajes , foto que me muestra feliz y alegre disfrutando de su hospitalidad, y como muestra de mi arrepentimiento, dicha foto carece del clásico fotomontaje burdo que suelo hacer en mis fotos, revelando mi archí secreta identidad, como expiación de mis pecados.