Ojitos lindos

Mirándome, frente al espejo del baño, con lagrimas en los ojos, la nariz como un caño, empiezo a pensar que no debí hacerlo, no quiero arrepentirme, odio arrepentirme de las cosas que hago pero en verdad empieza a volverse insoportable, mareado escucho a lo lejos a mi madre, golpeando la puerta del baño, diciéndome que ella me puede ayudar, que ella tiene experiencia en esto, que la deje entrar.

En la mañana, mientras salgo a la calle para irme al trabajo, las lagrimas nuevamente me invaden, la gente me mira sorprendida, asustada, con pena diría yo, nuevamente mi nariz y mis ojos se fusionan en una catarata de efluvios salados que terminan en mi boca. Nuevamente la sombra del arrepentimiento se asoma por mi cabeza.

En este preciso momento, mientras escribo esto que intenta parecerse a un post, leer y re leer lo que escribo se vuelve insoportable, mi teclado se empapa a causa de mis lagrimas y mis mocos, y definitivamente estoy arrepentido: PERO QUIEN CARAJO ME MANDA A COMPRARME LENTES DE CONTACTO?
Porque? que necesidad de tal mariconada que me tiene como un imbécil con los ojos chinos, sin poder mirar de frente por que el sol es insoportable, sin poder acercarme a un ventilador por que siento que el aire me mueve el lente de su sitio.
Empiezo a preguntarme a mí mismo si mis motivos para esta tortura eran validos, realmente me joden las patitas de mis lentes convencionales? realmente me molesta el tabique? esas molestias son nada, comparadas con las que tengo ahora.
Lo peor de todo y lo que más me asusta es que llegue la noche, la maldita hora en la que tengo que intentar sacarme estas estupideces de los ojos, y que es fijo que, al igual que ayer me demore como 1 hora por que como dice mi vieja, aun no encuentro la técnica para sacármelos.
Maldita sea la hora en que me los puse.