The Kingping

Son las 8 am de un Lunes cualquiera, termino de tomar mi café(instantaneo lamentablemente) y empiezo de a pocos a despertarme, no quiero ir a trabajar, en realidad nunca quiero ir, salgo a la calle algo apresurado, enciendo un cigarro(jurándome por enésima vez que es el ultimo que encenderé) y me dispongo a irme al trabajo, en eso el ringtone de Knight Rider interrumpe el programa de radio que oigo desde mi cel,inmediatamente pensé Knight Rider? es el Kingping nadie más tiene ese ringtone

-Alo?
-Alo Astuto (así me llama el Kingping, por una broma que oímos de unos comediantes argentinos: Les luthiers, y que nos pareció muy buena)
-Como estas, que novelas?
-todo bien felizmente, necesito que me hagas un favor
-Claro dime
-Vente a mi oficina, de repente no estaré, pero te dejo un sobre con un encargo, pagame una cuenta en el banco que esta por vencer, pero pls págala máximo mañana mismo porque ya venció o vence hoy creo
-Ok no te preocupes yo me encargo.
Al salir de la oficina me dirijo a la ofic del Kingping, recibo el paquete y en casa con comodidad lo abro, saco una a una las cosas que estaban dentro del sobre:
-Recibo del banco con una cuenta x pagar de $938, con fecha límite de pago de 2 días después
-1000 dólares en 9 billetes de 100 y 2 de 50
-una nota que decía son 940 para el banco el resto es tuyo astuto, Gracias!!
Pasaban las 6 del tarde y el banco cerca no estaba, no había forma de pagarlo ese día, pensé, bueno vence todavía pasado mañana, decidí salir a comprar unos cigarros (prometiéndome que sería la última cajetilla que compraría) y me encuentro con un amigo al que no veía hace algunos años, en este punto la historia se haría muy larga, pero para resumirla es bueno aclarar que con este tipo vivimos una época de ludopatía terrible, eran días y sus respectivas noches encerrados en el casino(he visto gente ganar lo suficiente como para poner un negocio, o perder el valor de una casa recién vendida, mujeres muy bien vestidas con dinero y al rato perderlo y pegarse a un viejo platudo a ver si a cambio de compañía o algunas caricias consiguen algunas fichas más, hasta he visto gente morir de un paro cardiaco por haberlo perdido todo) y no parábamos hasta sacar por encima de los 3 mil a 4 mil soles en nuestras buenas épocas(aunque debo reconocer que la mitad de estas aventuras, no todas pero si varias, eran en complicidad con el Dealer de la ruleta con quien repartíamos el 50 % del botín, hasta que lo atraparon y le metieron un juicio que hasta ahora sigue según se) llegamos a estudiar el tema, a comprarnos libros a buscar en internet trucos, cheats,trampas y demás cosas publicadas sobre la ruleta y sus encantos.
Ya de regreso a mi casa y luego de haberme despedido de mi amigo a quien vi bastante acabado y muy lejos de ser la persona que recordaba, me invadió la estúpida necesidad de probarme a mí mismo si realmente había podido superar el vicio (créanme durante días, semanas, meses y hasta años sentí el deseo de volver a jugar) no sé si realmente era probarme algo o era una excusa para ir y tratar de sacar dinero fácil.
Sin darme cuenta estaba ya sentado en la ruleta, con 150 soles en fichas y una cerveza en la mano, saludando a viciosos de antaño que me reconocieron por mi buena racha pasada , y que se me acercaban a palmotearme el hombro como quien da la bienvenida al hijo prodigo que regresa después de tanto tiempo.

No recuerdo bien como paso, creo que fue la voz del Dealer preguntándome:
-Señor voy a girar, va a colocar su apuesta?
Cuando dijo eso termine de despertar, de salir de mi letargo, y me di cuenta primero que en mi mesa ya no había nadie, ni jugadores ni sapos ni curiosos y segundo que si me estaba preguntando eso era porque ya había dejado de apostar, y si había dejado de apostar es porque no tenía más dinero o mas fichas, con miedo lleve mi mano al bolsillo derecho del pantalón y saco el fajo de dólares que tenia, cuento y recuento y vuelvo a contar pensando que hay algún error, y sacando cuentas rápidas veo que me faltan(o mejor dicho he apostado y perdido) alrededor de 400 dólares (sin contar con los $60 que me correspondían) me tomo un seg para pensar, empieza a invadirme un dolor de estomago con escalofríos incluidos producto del temor, de los nervios, de la vergüenza y probablemente por culpa de incontables tazas de café, bebidas frías, sanguchitos, whiskys aguados y demás viandas que te dan a manera de incentivo para seguir gastando tu dinero, me seco el sudor de la frente aun cuando tengo frio, levanto la mirada, solo unos cuantos pobres diablos como yo aún permanecen en el casino, mitad dormidos mitad despiertos, mitad hombres mitad lacras, y pensé que nada me diferenciaba de esa gente, son más de las 6:30 am ,recién caigo en que no me he alistado para irme a trabajar y el vibrador de mi celular me saca nuevamente de ese estado soñoliento en el que estaba, reviso la pantalla para ver quién era aun cuando no pensaba contestar, en la pantalla parpadeaba: Kingping llamando, y se agudizo mi dolor de estomago, el sudor y los escalofríos , supongo que de ese mismo dolor hice un nudo que se convirtió en movimiento y lleve el celu hacia mi oído:
-Alo
-Astuto buenos días, como estas? una consulta pagaste ese asunto?
-No se pudo King, el banco cerro pero hoy lo pago sin falta,
-Bueno, excelente gracias, viste en mi nota que hay un saldo para ti no?? es suficiente?
-si claro más bien muchas gracias
-bueno ya te dejo donde estas que se oye tanto ruido?
-comprando el desayuno...
-ohh ok, ya hablamos cuídate y no te olvides de pagar...
Me fui al baño del casino, me lave las manos, me mire al espejo, pensé: tengo 2 opciones o hablo con el Kingping y le demuestro lo tonto que soy y que nunca podrá confiarme nada (y recuperaría el dinero tan rápido como lo perdí) pero tendría que tragarme la pena de haberlo defraudado, o terminar de perder todo arriesgarlo todo, recuperar algo de energías y fuerzas y regresar más tarde unas horas después y recobrar lo que me arrebataron : los dealers, las azafatas patonas que engatusan con sus atenciones y sanguchitos y mis impulsos estúpidos de querer tener dinero sin esfuerzo...Así que salgo del casino me enciendo un cigarro y esta vez estoy convencido y soy plenamente conciente que no es el ultimo que encenderé, que vienen muchos más y que tengo mucho por hacer pues evidentemente he elegido la segunda opcion y regresare en unas horas por mas...